¿Alguna vez se preguntó cómo escapar de las garras de esa deuda de préstamos estudiantiles que siempre acecha? No temas, hemos recorrido el mundo, consultado con gurús financieros e incluso conversado con algunos fugitivos exitosos para brindarte la guía definitiva. Estas son las tres formas principales infalibles de eludir los pagos de préstamos estudiantiles.
1. corrida
Conceptos básicos: Átate esas zapatillas, empaca un bolso liviano y sal a la carretera. El mundo es vasto y no hay mejor momento para explorarlo que cuando estás evadiendo a los cobradores de deudas.
Consejo profesional: Considere unirse a un maratón. No sólo estarás en constante movimiento, sino que también te pondrás en forma. Dos pájaros de un tiro.
Abajo: Es posible que te encuentres con otra persona que intenta escapar de sus préstamos estudiantiles. Extraño.
2. la
Conceptos básicos: Vale, esto es un poco drástico, pero bueno, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Lo bueno es que nunca más tendrás que preocuparte por ninguna factura.
Consejo profesional: Si no le interesa todo el aspecto "permanente" de esta opción, considere fingir. Un funeral simulado podría ser la solución. Además, podrás escuchar lo que la gente realmente piensa de ti.
Abajo: El más allá podría tener su propio sistema de crédito. Tenga cuidado con los usureros del hampa.
3. Identificarse como un topo
Conceptos básicos: Abraza tu lunar interior. Comience cavando un hoyo en su patio trasero y conviértalo en su nueva residencia. Los topos viven bajo tierra y su principal preocupación es evitar las palas, no Sallie Mae.
Consejo profesional: Invierte en unas gafas de sol de calidad. Vivir bajo tierra puede ser excelente para evitar deudas, pero no lo es tanto para la vista cuando de vez en cuando sale a la superficie para tomar un refrigerio.
Abajo: Quizás tengas que lidiar con topos reales. No están muy interesados en compartir su territorio, especialmente con humanos grandes y endeudados.
Si bien estos métodos pueden parecer un poco poco convencionales, están garantizados para brindarle un breve respiro de esos recordatorios mensuales de que su billetera está para siempre encadenada a una hoja de papel de una institución de educación superior. Pero bueno, si todo lo demás falla, siempre existe la opción de establecer un plan de pago. Solo un pensamiento.