Los delegados de la COP28 vuelan 50,000 millas para coincidir en que los combustibles fósiles son malos

Al mundo le tomó 28 años darse cuenta de que los combustibles fósiles podrían ser un poco problemáticos para la salud de nuestro planeta. 

Para llegar a esta revelación, los delegados de todo el mundo tuvieron que volar colectivamente la asombrosa cantidad de 50,000 millas para llegar a una ciudad que brilla con dinero del petróleo y un enfoque bastante casual de los derechos humanos.

El acuerdo histórico de comprometerse con una transición para abandonar todos los combustibles fósiles fue lo más destacado de la COP28 de este año, un recordatorio anual de que el Acuerdo de París todavía existe. El acuerdo es tan innovador como descubrir que la Tierra orbita alrededor del sol.

La cumbre, que fácilmente podría haber sido un correo electrónico o una reunión en línea, resultó ser una fiesta de la huella de carbono en un país donde el término a menudo se confunde con una elegante sala de exposición de zapatos. 

Los defensores del medio ambiente de todos los rincones del mundo se reunieron en salas de conferencias con aire acondicionado, bebiendo agua de costosas y personalizadas botellas recargables de acero inoxidable, para discutir cómo salvar al planeta de las mismas prácticas que los llevaron allí. 

Había muchos escépticos, como algunos países del primer mundo que ya han hecho su parte en el uso de la mayoría de los combustibles fósiles del mundo. Pero parecían convencidos, no por la urgencia del derretimiento de los casquetes polares o el encanto de los osos polares sobre el hielo fino, sino por el lenguaje amable y no vinculante del acuerdo. 

En este punto, simplemente se alegran de que no se hayan utilizado ciertas frases como “eliminación gradual” de combustibles fósiles. Por ahora bastará con alejarse del petróleo y el gas. Ningún texto anterior de la COP se había atrevido a mencionar lo mismo, tal vez porque es difícil escribir cosas así con un bolígrafo patrocinado por una compañía petrolera.

Lo que finalmente los impulsó a firmar el acuerdo fue un manifestante de 12 años que irrumpió en el escenario con un cartel que decía: “Poner fin a los combustibles fósiles. Salva nuestro planeta y nuestro futuro”. Este pequeño ambientalista fue el único que logró captar sucintamente la esencia del objetivo de la cumbre, algo con lo que cientos de delegados vestidos parecían tener dificultades.

“Es como si estuviéramos en el Titanic y acabáramos de acordar que el iceberg es efectivamente un problema. Ahora veamos si podemos gobernar este barco a tiempo”, comentó un ambientalista local.

Mientras los delegados se dan una palmadita en la espalda y vuelan de regreso a casa, sumando esas millas aéreas, uno sólo puede esperar que la ironía de la situación no se pierda a 30,000 pies. Al menos, se sentirán reconfortados al pensar que han acordado estar de acuerdo en algo.