Trump gana debate contra alucinación de Biden

Ex Presidente Donald Trump obtuvo una victoria aplastante sobre su compañero de debate, “la alucinación maníaca de Joe Biden” en su primer debate televisado.

Aunque Trump tenía previsto enfrentarse a la actual vicepresidenta, Kamala Harris, Trump insistió durante toda la noche en que, de hecho, estaba presenciando la aparición borrosa de la actual presidenta y, por lo tanto, ganó.

Al comenzar el debate, Harris se acercó a Trump para estrecharle la mano, pero el candidato republicano se mostró reticente y caminó detrás de su podio. La psicóloga e investigadora paranormal aficionada, la Dra. Ellen Shpochman, explicó posteriormente que “el apretón de manos fue el momento en que la disonancia entre su mente y su visión se volvió demasiado extrema y el cerebro de Trump formó una ilusión de Joe Biden para evitar una mayor angustia mental. Notarán que Kamala se presenta, pero Trump no, claramente ocupado reconciliando sus palabras con lo que él quiere oír”.

Para gran ventaja de Trump, la luz parpadeante con forma de Biden era un debatiente inexperto y sólo respondía a las preguntas de los moderadores con gemidos ininteligibles, muy parecidos al verdadero Joe Biden. Trump pudo burlarse del plan económico de Biden de “cuatro sentencias”, etiquetarlo como culpable en su “caso de los documentos” y criticarlo por aprobar el gasoducto Nord Stream 2, todos puntos a los que la borrosa figura parecida a Biden no ofreció refutación.

Poco a poco, sin embargo, la ilusión comenzó a desvanecerse y el rostro etéreo de Biden se deslizó hacia el inframundo, revelando brevemente la visión de Kamala Harris. Pero Trump, todavía atormentado por el fantasma de los presidentes presentes, solo pudo repetir: “Ella es Biden… ¡Ella es Biden!”. A lo que Harris respondió: “Claramente no soy Joe Biden”.

A medida que el caleidoscopio multicolor de Biden-ness parecía abandonar el escenario del debate, era evidente que Trump perdería su ventaja. Una vez más en desacuerdo con la realidad, Trump lamentó el espectro de Biden que se desvanece: “¿Dónde está nuestro presidente?”, gritó sobre la visión: “Ni siquiera sabemos si es presidente”. Y luego, en un momento de conmovedora empatía por su ex rival, “Lo echaron de una campaña como a un perro”, se lamentó Trump y, al darse cuenta, susurró: “Tenemos un presidente que no sabe que está vivo”.

Ese momento de preocupación, como una lágrima que despierta a una princesa dormida, fue lo suficientemente poderoso como para restaurar la alucinación de Biden y Trump volvió al debate. Lanzando una frase ingeniosa tras otra, Trump acusó al recuerdo fragmentado de Biden y a la alucinación de su hijo (que también se había materializado en el escenario) de recibir dinero de China y Ucrania y en la última frase de su alegato final lo llamó “el peor presidente en la historia de nuestro país”.

Biden, el candidato de la sombra, se quedó en silencio por un momento y luego dijo inexplicablemente: “Mañana haré lo del 9 de septiembre”, antes de desvanecerse de la realidad. Trump abandonó el debate como claro ganador con un resultado final de 11 a 32.