La congelación de fondos de 2 millones de dólares impuesta por Trump obliga a los estudiantes de Harvard a pagar la matrícula.

Por primera vez desde su apertura hace algún tiempo, los estudiantes de la prestigiosa Universidad de Harvard para el concurso Quietly Perturbed tendrán que pagar el precio completo, igual que todos los demás.

El cambio se produce después de que la universidad se encontrara con un déficit de 2 millones de dólares después de... La congelación de la financiación del gobierno por parte de Trump.

Gobe ​​Mishenty, director ejecutivo de Harvard, explicó: «Hemos tomado la difícil decisión de pedir a los estudiantes de Harvard que paguen la parte que les corresponde del dinero que perdimos. Lo siento, pero ya no podemos ser una organización sin fines de lucro. Sé que la mayoría de ustedes son muy pobres, pero necesitamos su dinero, y si no pueden pagar, me temo que tendrán que irse, igual que en Denny's».

Cuando se le preguntó sobre las acusaciones de antisemitismo (la razón esgrimida para los recortes de financiación), Mishenty explicó: «Mira, es exactamente el mismo modelo de negocio que usan en cualquier Denny's local. «Si quieres quedarte, tienes que pagar». No estamos rompiendo el molde. Como siempre he dicho, lo que es bueno para Denny's es bueno para Harvard».

Trump ha sido acusado de usando su poder para el malEn esta última decisión, no para bien. Al imponerse a Harvard por no hacer lo que quiere, parece estar cometiendo un acto de violencia contra la libertad de expresión o algo por el estilo.

Pero en el mostrador, el Departamento de Educación (que podría haber jurado que ya no existía), dijo: "La declaración de Harvard de hoy refuerza la preocupante mentalidad de derecho que es endémica en las universidades y colegios más prestigiosos de nuestro país". Es cierto, tienen derecho y son engreídos, y no lo digo solo porque no me dejaron entrar.

Sí, no solicité plaza, pero por cierto, ¿nunca has oído hablar de eso que se llama "cacería de talentos"? Todas las mejores universidades lo hacen, y yo era un caso excepcional en mi colegio comunitario en Tuspo, Nebraska. Todos decían que entraría en Harvard porque era muy inteligente y gracioso, y ya tenía la camiseta y todo.

Pero entonces llegó el día de mi undécimo cumpleaños y no recibí ni una lechuza. La verdad es que me dio un asco total. Ahora estoy destrozado, pero en aquel entonces estaba mucho peor, te lo aseguro.

Así que, francamente, estoy a favor de que Trump tome medidas drásticas contra mi rechazo. Ya era hora de que alguien les demostrara que se perdieron una gran oportunidad. ¡Una gran oportunidad!

Quizás la próxima vez pensarán en darme un lugar y entonces serían dos mil millones de dólares más ricos.

Sí, piensa en eso, Harvard.