La nación celebra la caída de la inflación planificando una ola de gastos para el Viernes Negro

Las cifras del IPC publicadas recientemente muestran que Estados Unidos ha experimentado una notable disminución de la inflación, principalmente gracias a la caída de los precios de la gasolina y los automóviles usados. Las calles bullen de alegría, ya que los ciudadanos planean conmemorar este hito económico comprando un televisor de pantalla plana de 70 pulgadas adicional el Viernes Negro.

Cuando el Departamento de Trabajo publicó cifras que mostraban una tranquilizadora tasa de inflación del 3.2%, por debajo del angustioso 3.7% de septiembre, los estadounidenses de todo el mundo se regocijaron. “¡Es como recibir un aumento sin tener que hacer nada!” exclamó un comprador, mirando un televisor nuevo que aún está fuera de su presupuesto.

La caída de la inflación, atribuida en gran medida a la atenuación de los problemas de la cadena de suministro relacionados con la pandemia, ha provocado un aumento inesperado de la confianza de los consumidores. “Pensé que nunca vería el día en que comprar un sedán ligeramente usado fuera una ganga”, dijo un padre local, que ha estado postergando el reemplazo de la minivan familiar durante lo que parecen décadas.

Los precios subyacentes, que excluyen los productos energéticos y alimentarios que parecen montañas rusas, subieron un modesto 0.2%. Los economistas aplauden esto como una victoria, y algunos ya se han nominado a premios Nobel por sus predicciones precisas, aunque en constante cambio.

Barclays predice una nueva disminución de la inflación, pero los estadounidenses parecen tener un plan diferente. "¿Precios bajos? ¡Genial, compremos más cosas que no necesitamos! dijo un consumidor que acaba de enterarse de la noticia y ahora está planeando un viaje de celebración a la tienda de electrónica más cercana.

En cuanto a la caída del precio de la gasolina del 5%, las familias ya están planificando su próximo viaje por carretera. “¿A quién le importa si no tenemos adónde ir? ¡La gasolina es barata! dijo una mamá, mientras comenzaba a empacar para un viaje a un destino que se decidirá más tarde.

La Reserva Federal, testigo de esta euforia, está contemplando la posibilidad de aumentar las tasas de interés sólo para frenar la fiesta. "No podemos divertirnos mucho ahora, ¿verdad?" bromeó un funcionario de la Reserva Federal, mientras las impresoras de dinero se ralentizaban en el fondo.

Mientras la nación se enfrenta a esta nueva "estabilidad" económica, los ciudadanos se están preparando para hacer lo que mejor saben hacer: gastar dinero para celebrarlo, porque ¡qué mejor manera de combatir la baja inflación que intentar aumentarla por sí solos otra vez!

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John Combs• 14 de noviembre de 2023D

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